domingo, 15 de octubre de 2017

Luces

Ha caído sobre mí
la inmensa desazón del tiempo,
las esquinas del recuerdo
donde siempre, desde siempre
se dobla el pasado, 
se empequeñece a mi lado, 
me saluda, agudo. 

Él y yo caminamos,
las líneas de sus manos dejan de señalar
y en los noviembres que añoro
deja de llover. 
Caminamos y nunca
pero sin quererlo, 
llega la primavera.

A
.

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