lunes, 6 de noviembre de 2017

Ella se mira

Ella se mira, porque entonces sabe, 
y las palmas de sus manos se han estrechado, 
y ya no caben ríos verdes en sus venas. 
Ella se mira, se analiza, se redistribuye
para no desaparecer en otros días
y muere una y otra vez
mientras se agota el vacío de las horas, 
la pesadumbre del tiempo. 
Camina entre árboles ardiendo 
y ve el cielo entre las hojas. 
Sueña en esos huecos de nubes
que las calles no se han desbordado, 
que el aire que respira pertenece,
como siempre, al de otra vida. 

Ella se mira y sabe que no es ella. 
Camina siempre por senderos nuevos 
donde sabe reconocerse en el espejo de la niebla.

A
.

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