viernes, 8 de enero de 2016

Fantasma de lo desconocido

Te recuerdo como una silueta, como un fantasma de lo desconocido, del miedo...
"Te diré una cosa," me dijo, un día en el que la lluvia caía sin control sobre las calles de mi barrio. 
Fue una pena haberlo conocido en aquel momento, porque ninguno de los dos era capaz de describir sus sentimientos con exactitud, sin miedo. Fue una pena haberlo conocido con las lluvias del otoño, porque todo lo que nace de la decadencia está destinado a morir en un suspiro. 
"Nunca llegaremos a conocer la realidad," susurró, casi a las tres de la mañana. "No del todo."
Le encantaba pensar. Pensaba casi todo el tiempo, cuando nadie lo miraba, cuando el ruido de lo cotidiano no se colaba en su mente.
Que triste que nunca llegara a contarme la mitad de lo que pasaba por su cabeza, que triste que nunca llegara a pensar en los sentimientos ajenos y que fuera esa, sin avisar, la razón por la que se marchó. 
"¿Sabes qué?" Le dije yo. "A veces no hace falta conocerlo todo."
Y lo sé. Lo sé porque yo nunca llegué a conocerlo del todo. 
P.

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